sábado, 20 de julio de 2013

Porque opinar es tomar un riesgo

Decidí arriesgarme a crear un blog. Muchos podrán pensar que el riesgo es mínimo. Pero en este momento, en esta época en la que vivimos, opinar es tomar un riesgo.
Una opinión es la exposición de un pensamiento. En el caso de un blog, la presentación escrita de un pensamiento. La opinión consiste en deshacerse del disfraz y permite a otros conocer los pensamientos propios. Por consiguiente, la opinión queda sujeta al juicio y a la interpretación.  
La opinión conduce a la cercanía con los otros y, a la vez, a la exposición al juicio ajeno. Otros pueden pensar que con leer lo escrito, conocen al autor. Sin embargo, la opinión, al igual que su razón de ser, cambia. La vida, las experiencias, los momentos vividos cambian la percepción del autor y, con ello, su opinión.

           Inicio mi blog con la reiteración de la transformación de la opinión, para que quienes me lean, si algún día lo hacen, comprendan que la intención de este blog no es afiliarme a ninguna corriente ni tipo de pensamiento. La intención es, por el contrario, dar cuenta de la transformación, lenta o acelerada, de mi forma de pensar. 

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